Ayer por la tarde, en la ciudad de México donde vivo y trabajo, se presentó un viento muy fuerte, que al pasar por los pequeños resquicios de las ventanas –los cuales son producto de un mal sellado de los cristales- de la oficina donde laboro, nos mantuvo con más de una hora con silbidos tipo fantasmales.
Por dicho motivo, y debido a que se iba a llevar a cabo una junta en una de las oficinas, se pretendió abrir un ventanal para librarse un poco de dichos ruidos -por lo menos por un rato-, pero teniendo como resultado que por la fuerza del viento, la puerta de cristal de la oficina fuera impulsada azotándose contra otro cristal que hacia las veces de muro, teniendo como resultado que este último cristal estallara por los aires.
Aquí les pongo unas fotos de lo que quedo después del incidente.