Una de las preocupaciones constantes que tiene uno en la vida adulta es el monto de muestro salario, ya que es un sentimiento casi generalizado el de que a uno no le alcanza casi nunca lo que uno recibe para pagar las deudas.
Este sentir es debido a que los salarios son en su gran mayoría bajos y las obligaciones altas -la luz que al parecer se calcula o cobra incorrectamente, el alumbrado, el drenaje y por supuesto, el agua, que debido a la antigüedad de la red tiene muchas fugas, lo que origina que se tengan muchas perdidas, haciendo más cara la poca agua que nos llega ya que se envió cierta cantidad pero se recibió mucha menos y el costo no es por el trabajo realizado por la que se recibió sino la que se mando-.
En México, como en todo el mundo, el momento más esperado a lo largo del mes es el día del cobro de nuestro salario -raya, sueldo, como uno desee llamarlo-. Pero no solo es este día el día más esperado por uno mismo, sino también por nuestra familia -esposa, madre, etc- y nuestros acreedores -llamese banco, compañía de luz, compañía de gas, casero o arrendador-, lo que hace de este día uno de un sin número de emociones -descanso al recibir el salario, felicidad al planear en que se quiere gastar, desconcierto al encontrarse que tiene uno pagos olvidados, atrasados o no tomamos en cuenta, y por último, tristeza al observar como el dinero desaparece tan rápido como llego a nuestras manos después de pagar las deudas-.
Desgraciadamente esto es cierto en la mayoría de las ocasiones y en algunos casos, la parte de descanso y felicidad sea tan corta y la parte de tristeza -sumándosele el de desesperación- se prolongue desde unos segundos después de recibir la paga hasta unos segundos antes de recibir la siguiente paga -triste pero cierto-.
En México como en otros países no desarrollados o en vías de desarrollo -Colombia, Venezuela, China, etc-, los salarios están tasados muy bajo, lo que hace que las empresas tomen ventaja de ello pugnando por bajarlo más con cualquier excusa, agravando la desesperación por no poder pasar la quincena sin estar en saldo rojo -deudas pendientes a pagar al no haber ya con que pagarlas-.
Pienso que si se logra poder pagar más dignamente el trabajo en el país, además de cambiar algunos vicios arraigados -el no hacer bien las cosas a la primera (el famoso "ahí se va"), aprovechar el tiempo de trabajo realizando lo que se espera de nosotros y no desviar esfuerzos en cosas no relacionadas -como es el chatear-, con esto lograríamos hacer que el país avance al tener todos una misma meta en común y no una por cada uno y que en ocasiones se presta para que le metan a uno el pie para evitar que uno progrese (esto porque uno este enfocado en su meta y el otro solo desee avanzar sin tener que trabajar o esforzarse).
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