Este es más o menos el eslogan que usan los norteamericanos -not pain, no gain- cuando se refieren a que para lograr algo, debe uno de esforzarse para conseguirlo, o eso era antes, porque actualmente, en lo que respecta a obtener una figura o cuerpo delgado y/o musculosa, actualmente se está perdiendo esa filosofía, y se desea obtener todo con el menor esfuerzo.
Si vemos todos esos comerciales que se transmiten por la televisión en horarios no comerciales -de las 12:00 a las 6:00 am- en casi todos los canales nacionales, se pueden ver cremas, bebidas o cápsulas/comprimidos que prometen hacer a uno bajar de peso y talla, o quemar la grasa acumulada -la cual adquirimos por años con una dedicada y constante ingesta de nuestra famosa vitamina "T" (tacos, tortas y tlacoyos)- en poco tiempo, el cual va de entre 7 a 30 días.
También nos podemos encontrar con aparatos que, asejándose a un cinturón muy ancho y grueso, nos aseguran nos removerá las reservas de grasa que tan placenteramente hemos almacenado a través de los meses/años, al comer la tan fácil de adquirir y de aficionarse a ella comida chatarra.
Aunque todo esto parezca una maravilla, nos está haciendo que cada vez nos alejemos de los métodos tradicionales de obtener dichos resultados - dietas balanceadas y rutinas de ejercicios al aire libre-, haciendo que por consiguiente, nos sigamos haciendo cada vez más sedentarios, y dejemos de salir a algún bosque o parque a dar un paseo y respirar aire un poco más puro que este contaminado que tenemos en nuestra querida ciudad.
Debemos de reflexionar hacia adonde queremos llevar nuestra vida y como queremos tener nuestro cuerpo y mente -porque aunque no lo creamos están muy interrelacionados, pues si uno no esta bien, uno piensa cada vez más mal de uno mismo, atacando a nuestra autoestima- y poner manos a la obra para obtener el cuerpo que deseamos y dejar el que merecemos por el concienzudo descuido en que nos tenemos.
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