Uno no gana para sustos

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A estas alturas, con los recientes sucesos, uno ya no sabe ni para a donde hacerse pues sucede que hace pocos días a mi hija le dio un dolor en el bajo vientre, y aún tomando algunos calmantes decía que le dolía por lo que llamamos al doctor y nos recetó un calmante para que se sintiera mejor y pudiera asistir al siguiente día a consulta.

Resulta que cuando fuimos a consulta el médico nos comentó que podría ser apendicitis por lo que nos mando a que le hicieran unos análisis.

Como es lógico, pedimos una segunda opinión encontrando que después de hacerle unas simples pruebas lo que tenía mi muchachita era una simple constipación intestinal, lo que se remediaba con un cambio de diera rico en fibras y no con una cirugía como nos estaba haciendo creer el anterior médico.

Actualmente ya no se que es lo que esta pasando pero ya no gano para tantos sustos y problemas, je je je.

¿Que lo quiere para mañana?

Etiquetas de Bitacoras : Compromiso, carencia, responsabilidad

Actualmente en México –y eso porque no se si suceda en otras partes- se puede ver que la gente esta dejando a un lado su responsabilidad y compromiso, llámese laboral -al no entregar en fecha el trabajo-, personal –al comprometerse a realizar algo o ir a alguna parte- o cívica –al no votar o hacer algo por la comunidad-, y todo esto se esta generalizando.

Hoy en día suena extraño que se hagan “tratos de palabra”, pues uno exige que todo se ponga por escrito para evitar el incumplimiento, cuando antes, con solo dar uno “su palabra” bastaba para cerrar cualquier trato.

La confianza –por el abuso de ésta- en la actualidad se esta perdiendo, lo que esta originando que muchos piensen “si no se me va a cumplir, porque yo he de hacerlo”, y con esto, sentamos las bases para la falta de compromiso ya que esperamos obtener el mayor beneficio mientras le llega a uno “el abuso de confianza”.

Luchemos por inculcar a las nuevas generaciones los valores necesarios para que todos vivamos en armonía y podamos regresar a los tiempos en que con confianza uno podía dar su “palabra de honor” y esperar que ser suficiente, no generando desconfianzas.