Uno nunca está preparado para enfrentarse a uno mismo -realizando una introspección, un auto juicio-, siempre que se intenta, solamente se rasguña la superficie, dejando intacto el resto, uno siempre teme confrontarse a si mismo ya que se estaría enfrentando con el más cruel de los jueces, y esto por conocerse uno mismo y saber de que es uno capaz y de que pie se cojea.
Todos hemos pasado por esto alguna vez, yo por lo menos últimamente me aventuré a enfrentarme a eso, desgraciadamente uno encuentra a los propios esqueletos ocultos en el armario, pudiendo ver que se cuenta quizás con un vacío interior, que sin la familia que este con uno, sienta que no tenga nada que llene ese hueco.
Me he encontrado que por lo menos en mi caso, mi gusto por observar la televisión y el estar frente a una computadora por largos periodos de tiempo -además de el tiempo que paso en el trabajo- son como un tipo de escape a algún tipo de vacío interior, los problemas económicos, y las tenciones diarias - todo esto lo he intentado controlar escribiendo este blog, ya que me permite externar un poco de mi sentir, aunque sea de vez en cuando-, el refugiarme en mi rutina diaria me permite hacerme la vida más soportable, ya que no deberé enfrentarme a lo inesperado, lo cual podría agregar tensión a mi ya tensa vida.
Espero que todos encontremos en algún momento de nuestras vidas el coraje para lanzarnos de lleno y sacar del closet a nuestros monstruos y esqueletos, que nos liberemos de esos pesos muertos que cargamos día con día y que nos frena y no nos deja crecer y emprender el vuelo. Recuerda, ¡¡El cielo es el límite!!
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