12 Ideas para ampliar el horizonte culinario de tus hijos

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A partir de la edad escolar: en vez de competir, compartir

Si están acostumbrados a la comida latina, dales a conocer la tradición o historia detrás de la comida de casa y cómo varía con las de otras costumbres, explicando cómo ambas son nutritivas y sabrosas. Tendrás la excusa para ofrecerles a probar otras comidas y aprenderán cómo algunos almuerzos suyos pueden ser “diferentes”.

• Aprovecha que en la escuela están aprendiendo sobre los diferentes alimentos para que hagan en casa algunos “experimentos”, con la cocina como laboratorio. Comiencen con algo que les guste mucho; luego, una vez a la semana o al mes, algo diferente. Hacer tortas por ejemplo, refuerza lecciones del colegio: midiendo los ingredientes (matemáticas), mezclando o adornando (arte).

• Haz que tus hijos participen en seleccionar la comida que puede empezar desde el supermercado buscando los productos y nombrándolos tanto en inglés como en español para aumentar su vocabulario. Con las verduras y frutas, enséñales el valor nutricional (por ejemplo, el tomate es oriundo de América y contiene vitaminas), a usar un pelador en vez del cuchillo o cómo lavar una lechuga. A los más pequeños, deja que adornen el puré o arroz con vegetales en la forma de caritas felices y usa los moldes de gelatina o el servidor de helado para dar formas a lo que va al plato. Para los mayores y adolescentes, aprovecha que en esta etapa piden independencia y siempre están hambrientos, para enseñarles a cocinar cosas que sean nutritivas, bajas en grasas, rápidas, fáciles de hacer cuando llegan del colegio y así mantenerlos alejados de las meriendas “basura” o de los sitios de comida rápida…

• Ten meriendas nutritivas listas para cuando lleguen del colegio. Como tú haces la compra, puedes controlar qué tipo de merienda habrán disponibles si llegan con hambre para que estas no compitan con la cena y evita meriendas o bebidas y jugos justo antes de comer. Con menos apetito, menos dispuestos estarán a comer lo que le sirvas en el plato o para probar algo diferente.

• No necesitas desterrar todos los postres o golosinas. Con cada compra cede en una golosina, por ejemplo un helado o unos “chips” con salsa. Compra solo lo suficiente para que se termine en una ocasión y no quede en la despensa/nevera que termine usándose en otra ocasión “inoportuna”.

• Si un alimento no resulta exitoso la primera vez, prueba con otras combinaciones. Comidas que por si solas no son atractivas, cuando se les cambia la presentación resultan un éxito. Si no les gusta la leche sola o el yogurt, prueba congelarlos como si fueran helados o intenta recetas como la torta de zanahoria o de calabaza, donde los vegetales resultan mucho más apetitosos.

• Cuando vayan a un restaurante aprovecha para que prueben cosas nuevas de tu plato o pide un platillo para compartir entre todos los comensales, así si no les gusta algo en particular, no se desperdiciará.

Fiente: http://latino.msn.com/EstiloDeVida/Tuhogar/Familia/articlepage.aspx?cp-documentid=10792954&page=3