En estos tiempos preelectorales, se puede ver cada cosa, desde los políticos que se comprometen ante cada solicitud que se les hace, prometiendo cumplirla en cuanto estén en posesión del puesto por el que contienden, hasta los que con la menor provocación empiezan a enlodar a todo contrincante que se les ponga enfrente.
Recientemente tuve la oportunidad de asistir a una reunión convocada por un familiar de un candidato a Presidente municipal, el cual argumentó que necesitaba que le "diéramos" nuestro voto -y que consiguiéramos más- a su familiar, su argumento era el de que los del partido en el poder en éste momento en el municipio estaban haciendo su propio feudo en el poder, pero olvidando eso sí, que su propio partido recurrió a las mismas artimañas cuando él le tocó buscar un puesto de elección popular.
Esperemos que en éstas elecciones no veamos tanto cochinero con ha sido ya la costumbre en las pasadas campañas desde los tiempos del famoso "presidente con botas".
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